Insensibilidad congenita al dolor (Congenital insensitivity to pain) – Gen SCN9A. 

La insensibilidad congénita al dolor es una alteración que inhibe la capacidad de percibir el dolor físico. Desde el nacimiento, los individuos afectados no sienten dolor en cualquier parte de su organismo tras una lesión. Las personas afectadas pueden sentir la diferencia entre caliente y frío, pero no pueden detectar, por ejemplo, que una bebida caliente está quemando su lengua. Esta falta de conciencia del dolor a menudo conduce a una acumulación de heridas, contusiones, huesos rotos y otros problemas de salud que pueden pasar desapercibidos. Con frecuencia, estas lesiones repetidas conducen a una esperanza de vida reducida en los individuos afectados. Además, muchas personas con insensibilidad congénita al dolor también tienen anosmia.

La insensibilidad congénita al dolor se considera una forma de neuropatía periférica, ya que afecta el sistema nervioso periférico, que conecta el cerebro y la médula espinal a los músculos y a las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor.

Este proceso es debido a mutaciones en el gen SCN9A, situado en el brazo largo del cromosoma 2 (2q24). Este gen, codifica una parte (la subunidad alfa) del canal de sodio Nav1.7. Estos canales transportan iones de sodio en las células y desempeñan un papel clave en la capacidad de una célula para generar y transmitir señales eléctricas. Los canales de sodio Nav1.7 se encuentran en los  nociceptores, que transmiten las señales de dolor a la médula espinal y el cerebro. El canal Nav1.7 también se encuentra en las neuronas sensoriales olfativas.

Se han identificado al menos 13 mutaciones en el gen SCN9A que dan lugar a insensibilidad congénita al dolor. Estas mutaciones crean una señal de parada precoz en la codificación de la subunidad alfa del canal de sodio Nav1.7. Como consecuencia, se codifica una subunidad no funcional que no se puede incorporar en el canal, lo que lleva a una pérdida de los canales de sodio Nav1.7 funcionales. La pérdida de estos canales afecta la transmisión de señales de dolor en el sitio de la lesión en el cerebro, conduciendo a la insensibilidad al dolor. La pérdida de este canal en las neuronas sensoriales olfativas probablemente perjudica la transmisión de señales relacionadas con el olor en el cerebro, dando lugar a anosmia.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, es decir, ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con insensibilidad congénita al dolor, mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen SCN9A, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).