Distrofia muscular congénita de Fukuyama (Fukuyama congenital muscular dystrophy) – Gen FKTN.

La distrofia muscular congénita de Fukuyama es una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a los músculos esqueléticos, el cerebro y los ojos. Las distrofias musculares congénitas son un grupo de alteraciones genéticas que provocan debilidad y atrofia musculares.

Los primeros signos de la enfermedad aparecen en la primera infancia e incluyen un llanto débil, mala alimentación e hipotonía. A menudo, la debilidad de los músculos faciales da lugar a ptosis y boca abierta. En la infancia, la debilidad muscular y las contracturas restringen el movimiento e interfieren con el desarrollo de las habilidades motoras tales como sentarse, levantarse y caminar. Esta enfermedad también afecta el desarrollo del cerebro. Las personas afectadas presentan una alteración cerebral denominada lisencefalia en adoquín, en la que se desarrolla una apariencia irregular en la superficie del cerebro. Estos cambios en la estructura del cerebro provocam un retraso en el desarrollo de las habilidades del habla y motrices y de moderada a intensa discapacidad intelectual. La mayoría de los niños con distrofia muscular congénita de Fukuyama no llegan a ser capaces de levantarse o caminar, aunque algunos pueden sentarse sin apoyo y se deslizan por el suelo en una posición sentada. Más de la mitad de todos los niños afectados también presentan convulsiones.

Otros signos y síntomas de la enfermedad incluyen otras anomalías oculares y problemas del corazón que progresan lentamente después de los 10 años de edad. A medida que la enfermedad progresa, las personas afectadas pueden desarrollar dificultades para tragar que pueden dar lugar a neumonía. Debido a los graves problemas médicos asociados, la mayoría de las personas sobreviven hasta la segunda infancia o la adolescencia.

Este proceso es debido a mutaciones en el gen FKTN, situado en el brazo largo del cromosoma 9 (9q31.2). Este gen, codifica la proteína fukutina. Aunque la función exacta de esta proteína no está clara, se cree que esta proteína puede modificar químicamente una proteína denominada alfa-distroglicano. Esta proteína ancla células a la matriz extracelular que la rodea. En los músculos esqueléticos, α-distroglicano ayuda a estabilizar y proteger las fibras musculares. En el cerebro, esta proteína ayuda a dirigir la migración de las neuronas durante el desarrollo temprano.

Prácticamente todas las personas con distrofia muscular congénita de Fukuyama debido a mutaciones en el gen FKTN, tienen una inserción de alrededor de 3.000 nucleótidos (3 kilobases) en el gen FKTN. Esta inserción se produce en una parte del gen conocida como la región no traducida 3 ', que ayuda a regular la actividad del gen. Esta mutación en el gen FKTN, reduce la cantidad de fukutina codificada dentro de las células. Una deficiencia de fukutina probablemente impide la modificación normal de α-distroglicano, lo cual interrumpe la función normal de la proteína. Sin α-distroglicano para estabilizar las células musculares funcionales, las fibras musculares se dañan. Las fibras dañadas se debilitan y mueren con el tiempo, dando lugar a una debilidad progresiva y a la atrofia de los músculos esqueléticos. Un α-distroglicano defectuoso también afecta a la migración de las neuronas durante el desarrollo inicial del cerebro, provocando que algunas neuronas migren más allá de la superficie del cerebro en el espacio de líquido que lo rodea. Se cree que esta alteración en la migración neuronal provoca lisencefalia en adoquín en los niños con distrofia muscular congénita de Fukuyama.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, es decir, ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con distrofia muscular congénita de Fukuyama, mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen FKTN, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).