Toxocariasis (Larva migrans visceral, larva migrans ocular y toxocariasis encubierta: Toxocara canis y Toxocara cati) – Anticuerpos IgG, diagnóstico molecular (PCR) e identificación molecular de especie (PCR y secuenciación)

 

Información 04-11-15.

 

La toxocariasis es una infección zoonótica causada por nematodos parásitos del género Toxocara, familia Toxocaridae. La toxocariasis puede estar causada principalmente por las larvas de dos especies Toxocara canis y Toxocara cati, que afectan a perros y gatos, respectivamente, pero también podría producirse por las larvas de Toxocara malaysiensis (gatos), Toxocara leonina (perros, gatos y otros) y Toxocara vitulorum (ganado). La parasitación puede afectar a las personas, con distribución mundial, si bien su tasa de incidencia es mucho mayor en áreas rurales y países tropicales. Las personas se infectan por la ingestión accidental de huevos embrionados a partir de suelos o alimentos contaminados.

 

Tanto Toxocara canis como Toxocara cati, o las otras especies relacionadas, eliminan huevos esféricos de color marrón y 75 a 90 μm, Los parásitos pueden medir 4 a 6 cm (machos) y 15 cm (hembras). Estos helmintos infectan animales predadores que suelen adquirir la infección cuando ingieren directamente los huevos embrionados o algunos hospedadores intermediarios que los hayan podido ingerir (lombriz de tierra, cucarachas, aves, o roedores, en los que se encontrarán las larvas eclosionadas de los huevos. Las personas se infectarían de forma accidental, en condiciones habituales al ingerir los huevos embrionados. No obstante, con algunas costumbres, puede darse el caso de infectarse al ingerir carnes poco cocinadas de gatos, perros, zorros, vacas, monos, cerdos, corderos, roedores, pollos, palomas, avestruces, …

 

El ciclo biológico de Toxocara spp. implica un hospedador mamífero donde maduran y alcanzan la madurez sexual a adultos. En este hospedador, los huevos embrionados ingeridos eclosionan liberando las larvas de segundo estadio (L2) en el intestino delgado. Posteriormente, las larvas atraviesan la pared del intestino delgado y entran al torrente sanguíneo, que en sus hospedadores habituales les lleva con la circulación venosa de retorno al corazón derecho y pulmón, donde salen apara migrar a través de los órganos, generalmente a los pulmones, hígado, cerebro y, en casos raros, a los ojos. Es en estos órganos donde generalmente las larvas maduran al tercer estad la luz alveolar, ascienden por traquea y faringe, para ser deglutidas y regresar al intestino delgado, donde maduran a adultos machos y hembras, que copulan realizan la puesta de huevos. Los huevos son excretados al exterior a través de las heces y se vuelven infectantes después de varias semanas fuera del hospedador en condiciones ambientales adecuadas de humedad y temperatura. En condiciones ideales, los huevos pueden madurar a la etapa infecciosa después de dos semanas en el exterior de un hospedador y permanecer infecciosos durante años, debido a su alta resistencia a los efectos de los productos químicos, así como los cambios de temperatura.

 

La transmisión de Toxocara spp. se produce a través de la ingestión de huevos embrionados, que cada uno contiene una larva completamente desarrollada L2, de fuentes contaminadas con materia fecal. La diseminación de estos microorganismos a superficies o alimentos puede producirse por ejemplo a través de vectores mecánicos como las moscas que se alimentan de las heces.

 

Cuando los huevos embrionados son ingeridos por una especie de mamífero distinta de su hospedador habitual, el ciclo biológico descrito previamente no puede completarse, con lo que las larvas, después de atravesar la pared intestinal no pueden encontrar su camino de regreso al intestino delgado para madurar a adultos y permanecen en la circulación deambulando por varios órganos y tejidos. Las reacciones fisiológicas a la infección por las larvas de Toxocara spp. dependen de la respuesta inmunitaria del hospedador y de la carga parasitaria. En la mayoría de los casos las infecciones son asintomáticas, especialmente en individuos adultos. Cuando se presentan síntomas son leves y al proceso se conoce como “Toxocariasis encubierta” (Covert toxocariasis). Este proceso se manifiesta por algunos de los siguientes signos y síntomas: tos, expectoración, signos de bronquitis, signos asmáticos, fiebre, dolor abdominal, cefaleas, cambios de conducta, dificultad para dormir, artralgias, hepatomegalia o linfadenitis.  Estos signos y síntomas son el resultado de la migración de las larvas de segunda etapa (L2) a través del organismo.

 

En los casos en los que la carga parasitaria es alta o se producen infecciones repetidas, estos microorganismos pueden causar reacción de granulomatosis parasitaria a nivel de órganos internos dando lugar al proceso denominado larva migrans visceral (VLM: Viceral Larva Migrans) o larva migrans ocular (OLM: Ocular Larva Migrans). Las personas más propensas a padecer esta infección son aquellas que pueden exponerse a los huevos embrionados de Toxocara spp.: niños que juegan en jardines contaminados de viviendas o parques, o trabajadores que ejercen su profesión en zonas que pudiesen estar contaminadas como jardineros, granjeros, albañiles, o veterinarios, entre otros.

 

En la VLM, la migración de larvas induce la inflamación de los órganos internos y en ocasiones el sistema nervioso central. Los síntomas varían en función del órgano afectado. Los pacientes pueden presentar palidez, cansancio, pérdida de peso, anorexia, fiebre, cefaleas, erupción cutánea, tos, asma, opresión torácica, aumento de la irritabilidad, dolor abdominal, náuseas y vómitos. Además, en algunos casos puede visualizarse las vías de migración subcutáneas de las larvas. Los pacientes se diagnostican comúnmente con neumonía, crisis de broncoespasmos, inflamación pulmonar crónica, hipereosinofilia, hepatomegalia, hipergammaglobulinemia (clases IgM, IgG e IgE) y leucocitosis. En raros casos la VLM se ha manifestado como un cuadro de epilepsia, inflamación cardiaca, derrame pleural, insuficiencia respiratoria y muerte.

 

En casos raros, la infección por Toxocara canis y Toxocara cati, puede afectar a los ojos causando larva migrans ocular (OLM), caracterizada por endoftalmitis y lesiones granulomatosas frecuentes en el polo posterior ocular y visibles en el fondo del ojo. En casos crónicos, la infección puede causar inflamación de los tejidos oculares, fibrosis retiniana, desprendimiento de retina, granuloma retiniano, quístes parasitarios, granuloma periférico, endoftalmitis con opacificación del humor vítreo, que comprometen la visión y pueden terminar en ceguera.

 

Pruebas recomendadas para el diagnóstico:

 

El diagnóstico de la toxocariasis humana se basa en la detección de anticuerpos (ELISA), ya que suele ser positiva en el 100% de los casos. A veces, en países donde la parasitación por otros helmintos es frecuente pueden darse resultados inespecíficos motivada por las reacciones cruzadas de los anticuerpos inducidos por otras helmintiasis con los antígenos utilizados en las pruebas serológicas para detectar anticuerpos de Toxocara spp. con antígenos. Los antígenos más utilizados para las pruebas serológicas de toxocariasis suelen ser antígenos excretados-excretados (TES: Toxocara Excretory-Secretory), obtenidos a partir de cultivos de larvas de fase 2 (L2) de Toxocara canis. Actualmente se están utilizando antígenos recombinantes para tratar de eludir las reacciones cruzadas en las pruebas sexológicas. Entre estos antígenos se encuentran los antígenos rTES-30, rTES-120 y rTES-26.

La observación de las larvas es muy ocasional ya que requiere su extracción a partir de un tejido y ello no es habitual. El diagnóstico molecular (PCR) como método diagnóstico, tampoco es habitual por la misma razón, y cuando se ha aplicado es para identificar una larva obtenida en un granuloma tisular. Otra situación de aplicación de las pruebas moleculares (PCR) ha sido para diagnosticar la presencia de huevos de las especies productoras de toxocariasis en heces de perros o gatos o en suelos contaminados con las deposiciones de estos animales.

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

  • Detección de anticuerpos IgG mediante ELISA.
  • Diagnostico molecular (PCR), para identificar larvas Toxocara spp. o huevos de Toxocara spp.

Muestra recomendada:

 

  • Detección de anticuerpos IgG: suero (0,5 a 1 mL).
  • Diagnóstico molecular (PCR) para identificar larvas de Toxocara spp.: Biopsia tisular.
  • Diagnóstico molecular (PCR) para diagnosticar la presencia de huevos de Toxocara spp.: heces de animales (perros, gatos, ...) o suelos (tierra).

Conservación y envío de la muestra:

 

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada: más de 2 días (sólo para pruebas de diagnóstico molecular).

 

Plazo de entrega:

 

  • Detección de anticuerpos IgG (ELISA): 48 a 72 horas.
  • Diagnóstico molecular (PCR): 24 a 48 horas.
  • Diagnóstico molecular para identificación de especie (PCR y secuenciación): 72 a 96 horas).

 

Coste de la prueba:  

 

           Consultar a ivami@ivami.com.